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viernes, 5 de diciembre de 2014

Diminuta ante el mundo

Solo suenan portazos en el calendario analógico de los vértigos amarillos de mis negros tropiezos. Morder el alcohol jamás me hizo sentir más guapa pero siempre me brindaba esa falta de respeto tan necesaria para ser valiente aún sintiéndome muerta. Bares y compañías que hoy son bocados en estas cicatrices que siguen conjugando en mi pecho la mirada lasciva de la palabra melancolía. Salpicarme de desastre fue la puñalada más traicionera que me hice a mí misma aquella noche de diciembre en la que encontré las siete letras de mi nombre en el rincón del baño de algún pub vivo de ganas de jugar con mis dudas y tormentos. Dejé de contar conmigo en ese mismo momento. Me convertí en mi peor pesadilla y sangré desvaríos de equivocaciones taconeando por calles y parajes desiertos que enfermaron la nuca de los derechos que deshicieron la soledad en el lado ambiguo de mi cama.

Pedí auxilio hablando en voz baja y con las goteras en los bolsillos de mis manos frías le di patadas a los motivos que me faltaban para seguir viviendo.

Me he roto en el caos de las excusas de mi fatalidad y he deshecho los atropellos de buitres negros en mi garganta. Sírveme otra copa y esta noche háblame de París... Después me iré por la izquierda de esa calle donde los aullidos se acuerdan de mí y pondré un pie en esa casa en la que la distancia kilométrica está más cerca que los viajes que nunca hice hacia mi propia felicidad , donde el olor a ansiedad termina siendo el suicidio emocional de mi paz interior.

lunes, 20 de octubre de 2014

Domingos que besan los sábados imperfectos



Los domingos son escalofríos con tinta de color rojo inyectándose en los principios que creías firmes. Los domingos me tiran del pelo y me arañan las ansias de paz. Los domingos son para que la conciencia te repita una vez más entre tragos a la ansiedad que nadie te echa de menos. Los domingos son un mapa donde nunca encuentro mi lugar. Los aspavientos de la penumbra incierta de un desaire improvisado. La cuesta arriba de la vida. Los domingos sientes más el frío y cada vez menos la belleza de tu alrededor. Los domingos recuerdas y caes bajo la bruma de unos adjetivos que te tragas a empujones no sin antes obligarte a degustarlos bien hasta sacarte las entrañas por las rendijas de un calcetín roto que aún estando nuevo jamás podría extinguir tanto frío. Y no me entienden. Y ya no quiero que lo hagan. He perdido la confianza pero no solo en los domingos sino en la gente que sigue mirando cada segundo de ellos con gafas de sol llenas de apariencia. Cuelgo mis ojos de los domingos que dejan mi estómago vacío y tan solo lleno de nauseas de vacío que con analgésicos y ansiolíticos de todos los colores trato de evaporar. Nunca se van. Ni los domingos cada semana. Ni tan infumable soledad.

domingo, 5 de octubre de 2014

Más de ti, algo de ti

Anhelando encontrar el modo,
procurando en mi inquieto interior ser mejor que yo,
obligando a cada sentir que te recorre
a quererme un poco,
a quererme más de lo real,
sabiendo la imposibilidad de un amor inmenso
a menos de momento,
reconociéndome a mí misma perdida
en la absurdez de la lejanía de tu piel,
y rogando a un Dios en el que ya no creo
la fragancia de tu cuerpo en los pliegues del deseo, mi deseo.


Cae la noche y los bordes de madera de mi cama
se quiebran ante tanta nostalgia,
llora la almohada,
soledad inacabada,
te hago culpable de la suerte que me elige,
¿quererme más?
ni el cielo que me cubre lo podría lograr,
en reserva mi esperanza
vive temiendo otro despertar en el que no estás,
lágrimas, distancia, y a esperar....

jueves, 18 de septiembre de 2014

Medianoche sedienta de dudas

Hay lunas que trasnochan de pasión,
que se mezclan con auroras blancas,
que no olvidan el espejo de tu olor.

Laberintos hambrientos
de azotes de caricias no besadas,
y las puertas me golpean por dentro,
se pierden mis ojos inciertos,
y no sé siquiera regresar a casa.

Te llama mi latido más sediento,
y el por qué de mi angosto silencio,
me invitan los zapatos rotos
a caminar por tu burda y testaruda ausencia.

Y me insiste la primavera
a grabarme tu nombre, las fechas de tu risa,
resiste el afilado pasado,
el futuro que golpea a la lluvia,
y te llevas el invierno pesado
en el hueco de tus ojos, en tu cintura.

Mirarte de lejos en mis abriles encantados,
y morderme las piezas de mi puzzle interior
formadas por las sílabas de tu saliva,
por las hechuras de tu cuerpo,
por el sabor añejo de mi copa de licor.

Desperezar tus anhelos frágiles
con el espacio olvidado de mi boca,
y silenciosa destrozar soledades y olvidos
mientras que los dos rodamos en secreto
por el color azul tiznado
de los terrones de cielo mojado,
mientras que el mundo se hace una burbuja
para rescatar lo movedizo de mi realidad
y hacerme brillar ante tu emoción,
porque ya sabes,
hay lunas que respiran tu sabor...

miércoles, 10 de septiembre de 2014

RISAS EN EL POZO DE TU COBARDÍA


De frente, mírame de frente,
con tu mudez ruidosa,
empújame con el viento de tu dejadez,
te reto a enfrentarme sin balas
muéstrame lo que ignoro de ti,
lo que aún no conozco de mí.

No des la espalda al hambre de mi ser,
sabes que estremeces mis papeles
y que pierdo mis agostos en tus ramas,
todo no queda en ti, todo no es de ti,
todo es nada cuando me miras,
torpe burlador,
desde las rejas de mi escalera.

Aleja las voces, los puentes de abismos,
son las diez de la noche,
y juegas en el barro de mis agravios
hundiendo mis gestos en tu cena incierta.

Espera, deja que te pague,
con seis noches y veinte días,
ya no tropiezo con tus piedras vanidosas
en mis caminos de hiedra,
espera, devuelve la aurora a mi vientre,
al despeinado y errado destino
que ocultas en el espectro de tu cuerpo,
espera, ¿no ves que eres solo ruinas
en los azotes desnutridos de mis heridas?

De frente, por una vez, por una sola vez,
envalentona tu penumbra sagrada,
de piedras, café y nubes encharca
y de frente...mírame de frente.

viernes, 5 de septiembre de 2014

SOBRAS DE UN DESASTRE VENCIDO


¡Qué sabéis vosotros, que habláis de locura,
de heridas con cura, de locos de atar!,
¡Qué sabéis vosotros, pobres ingenuos,
valientes de boca, cobardes de alma, llenitos de nada!
¡Qué sabéis vosotros de sus madrugadas
golpeando fantasmas, arañando miedos,
vistiendo almohadas de sueños prohibidos,
de sangre embriagada de tanto vacío!
Sudores de llanto, soledades abrigadas de ansiedad,
cuando no arde en el pecho la llama que quema
es fácil hablar, opinar, criticar.

Y yo que camino por la misma senda que sus pies pisaron,
yo que abro puertas, que cierro ventanas, que mato mañanas,
que me encapricho del viento, las flores, el silencio,
para tener algo para respirar...no soy nadie para hablar...
pero la desesperanza me baila en el pecho,
los puños cerrados, los labios marchitos,
campanas que doblan en mi corazón,
yo, vagabunda errante de la desolación,
siento el mismo frío que sé que él sintió.

¡Qué sabéis vosotros, necios insensibles,
navegantes sedientos de falsos cuentos para murmurar,
que os falta sentido, os sobra egoísmo,
y ese despotismo, del que hacéis gala,
en vuestro paseo por la avenida de la frialdad!
Y yo, que lo pienso, lo siento, me muero, recuerdo,
su piel de niño, mis cicatrices, remedios de sabios,
cobarde jamás, valiente quizás, perdido lo sé,
y yo que me tumbo en mi rincón de errores,
rogando salidas, esquivando mil voces,
que gritan, me asustan,
maldito pasado que se hace presente,
presente que deja desnudo al futuro,
¡Qué sabéis vosotros, qué sabe la gente,
de los golpes fríos que le dio la suerte!,
Que sabéis...que sabéis...

Hoy soy yo quién peleo en el ring que a él le venció,
quiero ser cobarde, valiente, qué sé yo...
y que hablen lo que hablen, que presuman de torpeza,
¡Qué sabéis vosotros!,
¿acaso sentisteis alguna vez la nada en vuestro mar,
el mundo del revés, los miles de porqués?,
¿Acaso os ahogó la soledad, sus manos negras, su rostro oscuro?,
¿Acaso el frío os heló el alma, sembró de temblor vuestra paz, vuestra calma?,
¿Acaso, pensadlo un instante, fuisteis marionetas de la nostalgia,
del aparentar sonrisas que libres se volvían fugaces?,
¿Acaso es fácil vivir día tras día con un desafío robando tus ansias?
¡Qué sabéis vosotros, que no sentís nada,
qué sabéis vosotros, marionetas de cartón de un mundo sin valor!,
sé que luchó contra todo, amainó mil mareas,
batalló en los infiernos de sus tormentos canallas,
se rebeló ante todo, se quedó con nada,
porque yo recorro sus mismos caminos, con los pies cansados,
el ánimo perdido, las ganas encontradas, los muros caídos,
hoy yo lidio la misma batalla,
con los mismos guantes en mis palmas, con el mismo miedo en la mirada,
qué sabéis vosotros....locos, cuerdos, magos del libre pensar,
qué sabéis vosotros...necios del dolor, presos del rencor, olvidados maestros,
prestad vuestros sentidos al respirar ajeno,
escuchad un poco, hablad algo menos,
qué sabéis vosotros....de sus lejanías, de sus marejadas de melancolía,
qué sabéis vosotros.... de volar solo, de sentirte nada,
aferrarte al tiempo y encontrar en la inmensidad
escarcha, tan solo un firmamento de escarcha...
qué sabéis vosotros...qué sabéis vosotros...
del maquillaje barato que usaba para sus heridas,
ese con el que ni siquiera se reconocía,
de las noches danzando en las lunas de la desidia,
qué sabéis vosotros del equipaje que portaba en su maleta
en su viaje hacia el fin de su salida...
Qué sabéis…que sabéis…

domingo, 24 de agosto de 2014

Entre las rejas del ayer


Esperanza, miedo, desaliento,
y tu ausencia, amor, en mi presencia vana,
tan lejos de mi cuerpo, de mis desvaríos,
y yo, sutilmente, huyendo de tus rincones.

Agazapada en los muros de mis recuerdos,
tejiendo sombras de caricias deshechas,
piel contra piel y mis lágrimas...y su insensatez,
un presente ardiente mordido de crueldad,
y sus ojos furiosos, sus manos vestidas por hilos de odio,
mi malograda inocencia, su huida cobarde.

Los rotos de los espirales de mis dudas,
el rencor con que despeinó mi destino,
moldean, sin quererlo, mi inestable rumbo,
mi abandonado universo de constelaciones fúnebres,
y su malvado olor recorriéndome entera,
prisionera y esclava, sucia y vulgar,
y en una esquina ciega como la amargura de mi libertad,
dejó mi cuerpo tirado...mi corazón deshabitado,
mi alma convertida en polvo...
y los temblores de mi orgullo pisoteados
en lo grotesco e inhumano de su maldito deseo desquiciado.

martes, 19 de agosto de 2014

Vida ¡cómo vivirla!

Esta luz que vaga se pierde
en mis quimeras,
tras el perfume de mis caminos
y la inquietud dormida ante el rastro
de mis horas desiertas.

La vida...la brisa de sus gestos
despiertan el rubor de mis versos breves,
seré tuya vida,
me dormiré en el hueco de tus manos
y me anudaré a la cintura de tu cuerpo
para no perderme más.

Puliré mi tímida figura, mi rastro endeble,
y me ceñiré al secreto de tus antiguos deseos,
respiraré en las curvas de las palabras
que me quedan por escribirte.

Todos se van, 
yo me quedo en el vuelo de tu falda,
recogiendo fantasías, nublando distancias,
a veces lloro pero río para alcanzarte libre,
todos se van,
y tú me amarras muda al estío
de tus dudas derrotadas,
entreabriendo mi sonrisa vencida,
sellando la incertidumbre
al fondo del presagio de tu loca cordura,
reencarnándome el ámbar de mi piel,
liberando tu verdadero nombre
en los labios de la espuma valiente
de mi turbia desnudez.

domingo, 17 de agosto de 2014

Realidad a versos




Rechazo los baúles de recuerdos que duelen,
los ojos que delatan verdades a escondidas,
los sorbos desgastados a esperanzas ya muertas,
me deshago de frío en las ruinas de ese ayer desconfiado de ganas.

Caminos que son calles,
aceras vomitadas de ebrias soledades,
los pasos arrastrados,
una pared borrada de un amor cumplido,
y vivo.

Se cierran los portales, los bares, mi sangre,
se quedan entreabiertos los ojos de la noche,
los golpes al papel, el lápiz quemado,
las eruditas costumbres de una inquietud presa de un mal verso.

Una copa, el humo del desprecio,
los bailes al cuadro que nunca responde
más siempre está.

Un día, otro día, vestirme,desnudarme,
nacer y morir a la misma vez,
colgarme del hombro este derrumbe emocional,
cepillando los miedos que se alojan
en la suite de mis jaquecas sin pagar,
y cerrar los ojos y descubrir la vida
rompiendo para siempre
ese envoltorio maldito
de ruido y fragilidad.

viernes, 1 de agosto de 2014

Cuando pueda ser yo

Silencio,
arde el roto complejo de tus venas,
es inagotable tu afán de huir,
de mentirle a las alhajas de tu alma.


Déjate de valores, de golpes a la pared,
conmigo la sombra se envalentona
y el aire huele a zapato perdido en la arena del después.


Soy esquiva porque eres cercano,
porque los cuentos siempre me encontraron
cuando el iris de la lejanía
me devolvía una canción de sol y auroras sutiles.


A veces temo ser yo,
otras tantas se amorata mi sonrisa domesticada.


Mi palabra es tan barata
que se regala entre lo llano de los misterios de tu voz callada.

miércoles, 30 de julio de 2014

La culpa


La culpa, misteriosa indecisa,
la copa apurada
de mi ebria costumbre de no perdonarme.

Está en mi memoria,
en los días que cumplen
sin existir jamás en el viejo calendario
del desván de la dignidad.

La culpa, vivir sin ella es olvidar,
en su rostro pasa la mención de mi sombra,
alborotadora del sufrimiento de la noche,
del secreto dolorido del adversario destino,
la culpa, moneda de cambio del odio a uno mismo.

Siento despacio tras la puerta su fiebre,
la espuma de la cicatriz
que me dejaron sus plurales,
vivir con ella es retirarse,
extinguir los bordes de tu burbuja azul,
el día siempre encuentra un instante,
un descuido de mi valor virgen
para anular las vacaciones de mi calma
y hacerme cruzar
su intangible,oscura y compleja selva.

La culpa
a veces,
no es más
que mirar de reojo
la casualidad
de ser feliz
mirando de frente
a la torpeza de ser valiente.





martes, 29 de julio de 2014

Palabras



No soy más que palabras,
palabras muertas, desvanecidas de vacío,
soy la transeúnte de caminos inciertos,
de rojas pasiones inservibles.

Un pellizco de sobrio inmadurez,
el aura de un sentimiento literario
que se estremece,
que me estremece
y me hace desear morir escribiendo...
al fin y al cabo,
es lo único que me hace sentir viva.

No soy más que dudas,
un armario cerrado lleno de miedos,
el poema malo que nadie escribirá,
un ritual de aullidos al silencio,
una verdad con mil mentiras
en una mochila cargada de palabras,
esas palabras que nunca serán yo.

martes, 22 de julio de 2014

Navegante de mis silencios


La utopía de respirar con aliento aún no la siento viable ni siquiera en
mis escritos, aún no acierto a vislumbrar lo atesorado de esa pizca de armonía
que debe dormir en mí. Por el día tengo que vivir, dicen, incluso a veces les
sonrío, les saludo con la mano, muestro esa otra parte de mí que nadie sabe
que ya no existe, que no es más que un fantasma ataviado con el peso de
una falsedad que nunca quise hacer parte de mí. Es necesario, a veces es necesario,
me hacen daño los amaneceres porque no me dan a cambio más que
un nuevo día donde mis piernas se hacen más pesadas, mi mente más compleja
y mis ojos más turbios y cerrados. Por la noche soy yo, escucho al cielo vibrar,
me despeino por la ventana de mis pesares y de par en par comienzan a pasar
uno a uno los que siempre están, los que vuelan sin alas, los que tropiezan
sin suelos, los que viven muriendo entre esperanzas.....y entra el silencio, la
calma, el canto de los grillos, el relente de la noche, entra la luna azul, sí,
azul, porque yo la he coloreado así y basta, porque me gusta, porque me da
energía, porque es del color que un día imaginé yo que sería mi mundo o la
vida en sí, porque es cuando puedo ser yo, entre palabras secas que no hieren
como las del día, donde no hay venenos mortales de ironías, y en ese momento
sí soy yo, solo yo,....y mi pluma y mi cuaderno, sigilosos, se aman, y se compenetran
teniendo como únicos testigos la complejidad de esas amaestradas
agujas que descosen lo nublado de mi diurno existir frío amargo.


( Fragmento del texto "Navegante de mis silencios"  incluido en mi libro "Del alma hoy hablo yo", el cual lo puedes adquirir a través del correo electrónico palabrasysilencio@hotmail.es )

domingo, 20 de julio de 2014

Malditos domingos...


Los domingos son las espinas que se amontonan en tu alma sacándote todas las heridas a tomar el sol.

jueves, 17 de julio de 2014

Sentir


Sentir,
el ocaso de las mañanas
en la temprana brisa de los agostos venideros,
sin nada...sin el azul de una lágrima viva.

Han manchado mi nombre,
el aire de mis insomnios,
las oscuras golondrinas
que volvieron y ya nunca volverán,
y esa eternidad volcánica cansada de mí.

Es triste el silencio,
más aún es más triste la palabra no sentida,
el verbo no escuchado,
los sueños burlados, lo diminuto de mi persona.

Sentir...
quizás debería aprender a vivir sin sentir.

domingo, 13 de julio de 2014

Se dejó llevar


Se dejó llevar, en las bellas palabras encontró su libertad,
rescató al olvido de la amarga soledad.

Se dejó llevar y los pliegues de sus labios...
...manifiesto de locura,
encuentro con su propia verdad,
por una sola vez necesitó volar lejos de la mentira
de su absurda realidad,
se sumergió en un cuerpo con forma de poesía
y en ese mismo instante
pecados olvidados gozaron en su nombre,
breve fantasía dulce e irreal,
regalo de la suerte huidiza hasta el final.

Se dejó llevar, apartó el miedo de su alma atormentada,
desvistió la ironía de sentir aquéllo que no sentía,
se dejó llevar por el mar de sus caricias,
inocencia interrumpida por un amor a la deriva,
incauta pasión, irrefrenables las ganas de amar,
ausencia de pensamientos entre su cuerpo y mi cuerpo,
rotos los moldes del ayer,
vivo el presente,
lo vivo en tu piel.










viernes, 11 de julio de 2014

Quizás...


Nos encontraremos,
en la frontera ambiciosa del tormento,
en lo indecible de la luz,
vagando reticente y sin miedo
en la coincidencia absorta
de lo que nunca fue eterno.

Apartada a solas me hallarás
con el norte diluido en la nostalgia,
y acomodada a lo oscuro mi alma,
pero esta vez no habrá desafíos,
y todo estará de nuestra parte.

Lo vulnerable morderá la desgana
e inauguraremos en lo infinito la verdad,
se quedará pequeña la inmensidad del mundo,
volarán los peces, las aves nadarán,
y puede que incluso yo vuelva a sonreír.

Bordearemos autopistas, lunas, puentes,
habrá mañanas sin miradas del presente,
verás mis dientes ocultos
de repentina risa vestidos,
se desparramará lo previsto, las prisas,
y se perderán las llaves de mi condena.

Nos encontraremos,
entre el color marfil de tu cuerpo
y las llanuras inciertas de mi desierto.

miércoles, 9 de julio de 2014

Jugando al escondite con el dolor


No se tocan nuestros cuerpos,
están cubiertos de paralelismos absurdos,
y levantando la guardia
tu rostro mata el espacio de mis olvidos.

Que se reanimen las ansias de mis ojos
para mirarte y contarte despacito
a qué sabe el viento cuando te asfixia
a qué sabe la ausencia de una risa en abril.

Si es que temo los agostos tan largos,
y sus días me esperan para lamerme la desidia,
si es que me detengo en las respuestas
que se ocultan tras mi mesilla de noche,
polvorienta de recuerdos rotos,
de tiempos amados y robados por igual.

Será que los vértices de mi figura geométrica
no sabe manejar los desasosiegos encorvados
de un tiempo al que se le van las fuerzas,
se le van...
en el vestigio del escozor forzado
del horizonte malsano de tu siempre ausencia.


(Poema extraído de mi libro "Del alma hoy hablo yo" el cual puedes conseguir escribiendo al email palabrasysilencio@hotmail.es "


martes, 8 de julio de 2014

Sombras y resquicios de un amor ausente

               

            Se resume entre mis labios            
la obstinada inmadurez de tu ausencia,
se acurrucan los pedazos
de este palpitante herido corazón mío,
y entre tus manos yacen los latidos perdidos, 
la sobriedad de mi alma,
y la descabellada idea del amor
que rondaba mis despertares insólitos.

Murmuran las calles de esta vacía ciudad,
gritan desidia, escupen nostalgias vendidas,     
me araña un presente sin tu cuerpo vencido,
me insultan los mares de miedos,
me asaltan las dudas de amores eternos,
de amores sin nombre, de amores sin dueño,
y entre penumbras de adioses siempre tu recuerdo. 

Resbalan mis suspiros por tu espalda mojada,
retando a la vida me sorprende la nada,
fantaseo con tus ojos de brillo perpetuo,
me hago grande en cada uno de sus parpadeos,
y sigo rogando una tregua al silencio,           
sigo llorando coraje, sigo fracasando tormento,
ríe en mis adentros tu silueta dormida,
burlona ansiedad, marioneta de mis heridas.

Caminando por la senda equivocada
recojo rosas para adornar tu almohada,         
para que hagan el amor en tu cuerpo,
para que puedan sentir lo que yo no siento.
Arranco las espinas que arañan mi desdicha,
y sigue mi viaje hacia ninguna parte,
sigue mi huida torpe, mi rebeldía cobarde,         
ahogando mi sinrazón en bares de soledades,       
despeinando a la noche su aterciopelado pelo,
siempre recordándote, emborrachándome de tu recuerdo,
amanezco en otra cama, resbalo en otro cuerpo,
son los dedos del vacío, es el cuerpo del lamento... 


(Poema incluido en mi primer libro "Atrévete a sentirme" ya agotado)

lunes, 7 de julio de 2014

Donde yo no llego... del aire

Humo, solo encuentro humo en mis recuerdos,
la llama quemada de una ansiedad descansada,
del aire, yo sé de sobras que eres del aire.
Y que te prende, te sujeta, te alza, te desvela,
del aire tus labios breves, tus noches blancas, tus desvaríos,
del aire tus ausencias, tus veinte besos perdidos,
y en las arenas de mi mar te acercas,
siempre te alejas y nunca te vas.
No llena tu cuerpo el amplio hueco de mis manos vacías,
mi río la saliva de tu boca, la gloria, mi desafío,
sueño de mil noches en vela, esperanza muerta.

Observa silencioso, mudo, sereno, mis letras,
hace años que lo dulce de la vida
son tiernos pellizcos de nada,
hace tiempo que me conformo
con mirar al mundo de reojo,
y que no me devuelva la bruma
de sus agrios desplantes,
del aire lo tímido de tu sombra,
del aire los alfombrados caminos de tu vientre.

Te abrazo entre piedras que golpean mi sangre,
es incansable tu recuerdo, me agoto, me canso de mi,
sabes a amor, a licor, sabes a vida, a respirar,
suenas en los acordes de mis mañanas,
en mis ansias de ti, en mi hambre amarga,
del aire....solamente eres del aire.

Yo preferiría tomarte a cucharadas, lentamente,
sin desperdiciar nada,
saborear tus rencores, las medias tintas de tus olores,
beberte despacito, llenarme de ti el alma,
todos y cada uno de mis dormidos rincones,
yo quisiera que florecieras con la misma intensidad
que hoy florece en mi pecho tanta tristeza,
tanta y tan inagotable soledad,
pero es inútil...mas es inútil vivir...
y sentir la brisa...y sentirte lejos,,,
respirar la ruina de mis huesos mojados,
y escuchar lo que no hablas,
y admirar todo lo bello que sé que callas,
fumarme tus lágrimas que se rompen en mí,
y volver a encontrar lo que nunca huyó de ti,
nuevos cielos, nuevas lunas, eternos meses de abril,
bailarte en los pétalos de tus parpadeos,
y derretir las láminas de hielo de mi acariciar,
lo sé, siempre lo supe, es un rumor, un destino semidesnudo,
no existirá jamás un invierno tan largo sobre mí,
del aire....siempre lo supe...eres del aire...
y en sus suaves contoneos él destruye mi secreto,
del aire..ni mío ni de nadie...
pero yo creo en ti...eres...existes en mí...
eso me basta, eso me calma,
del aire...de su eco vacilante,
de los escalofríos cobardes de mi ingenuidad,
de los giros convalecientes de tu ausencia maldita,
del aire tu cuerpo, mi ansiada medalla,
siempre sumiso...siempre valiente...
del aire mi amado...siempre del aire...

domingo, 6 de julio de 2014

Esos domingos...

Los domingos, escaleras con rejas insalvables,
enjambre de camas que no se llenan de espacios vacíos,
toreros sin capote, sin orejas de vencedores.

Domingos de calor y frío compuestos del miedo,
miedo a no sentir más que el incendio apabullante
de ideas que son interrogantes,
un pisotón a mis creencias,
el alboroto ensordecedor de la soledad.

Los domingos son los volcanes de mi rendición,
la antesala de este macabro juego 
que es la vida sin un destello nauseabundo de amor,
un refresco sin sabor, el péndulo de un reloj
que dicta las horas ensangrentando mis ganas,
un cerrar los ojos abriéndolos al segundo,
un no poder olvidar lo que ayer no recordabas.

Mis venas hinchadas del cansancio de mi alma
por no suspirar los domingos
balbuceándolos, emborrachándolos,
hasta que se callen,
hasta que se vayan.

sábado, 5 de julio de 2014

Esclava y huésped

Cabecean en mis deshonestas casualidades los muslos blancos y titubeantes de esta soledad que me suplica vacaciones sin vuelta a mis entrañas.

viernes, 4 de julio de 2014

Amándote en mis heridas

Llegas, madrugada de incienso,
rebelde e inconformista, tan igual a las otras,
llegas con tu aroma de claros adioses,
llegas y en la tormenta de mi piel te ausentas.

Ciegas con cosas triviales esperanzas, cielos limpios,
rumoreas cobardemente entre las sábanas de mis asperezas tempranas,
solo soy un garabato de dudas en tu libreta hambrienta de llanto,
un cúmulo de desastres huyendo
de la frialdad de tus oscuros insolentes.

Llegas, y yo como siempre dueña y señora de esta agria espera,
de este curioso devenir de momentos y casualidades que tú inventas,
a través de ti veo abandonados ríos, rosas marchitadas en floreros de antaño,
llegas y como el hermoso soneto de su sonrisa,
siempre...siempre me enamoras sin tiempo,
siempre me haces en tu cuerpo efímera y sumisa,
llegas...rutinaria, puntual, sin prisas



(Poema incluido en mi libro "Del alma hoy hablo yo", disponible a través del correo electrónico palabrasysilencio@hotmail.es )


jueves, 3 de julio de 2014

Lo célebre del vivir

Se me enturbian los ojos
ante lo frondoso de un cielo
que parece verter sus alas tibias sobre mí.

Me ofrezco a mecerme en el pecho de la noche,
recordándote,
olvidando que siempre me heriste
aún ofreciéndote la ausencia de mi presencia
por no quererla...

Andan los días oliéndote,
olfateando la ropa que nunca tendiste en mi cama,
que yace bajo la blancura de alguna almohada
de otra,
de alguna,
de tantas como amas sin amar.

Son las distancias
las que me buscan las ganas,
enterneciendo los porqués de las brumas de mis días,
son los mares,
es el viento,
la frialdad y calma del fantasma del silencio.

Emprender el viaje hacia el desierto
del que siempre me sentí dueña y verduga,
y danzar con el corazón entre los dedos de mis puños
maniatados de primaveras e inviernos,
que para mí son lo mismo,
que hace nada el infinito es 
lo que busco cuando me repito
que la vida debe ser algo más
que mirar, echar de menos y llorar sangre.

miércoles, 2 de julio de 2014

Las mentiras de un vivir lleno de trampas a una misma

Escondida,
tras los juncos del tiempo,
en el silencio risueño
del desamor fúnebre
que me grita olvido.

Viviendo tras lo vivido
la ausencia del miedo,
escabullendo mis desganas
en los versos dominantes
de las travesuras canallas
de los ojos del destino.

Domar, domar a la suerte,
escuchar sin pesadillas
los restos de mi existencia,
solo en la quietud de mis sábanas
se siente la vejez anticipada.

Y hoy sigo desvelada
en la cárcel hambrienta
que me dejó la piedra 
tras la que me golpeé
las manos por lanzarla fuera
de mi propia verdad.

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Y es lo que me queda...

La primera vez que recito y lo hago de manera pública un poema improvisado que creé en medio de la noche y la soledad.


El aliento del vagón de mis noches

Encontré en las ausencias

una procesión de valores, 

unas nostalgias ordenadas 

por tamaños, colores y formas, 

hallé en las risas huéspedes sin sabor 

si no estaban llenas de vos. 

Era triste el traje de los domingos 

si no suspiraba los veinte años de tu aroma, 

el albedrío de pensamientos dispares 

y las ruinas deslumbradas de residuos nocturnos. 

Yo también sabía que tú sabías 

que jamás sabríamos juntos el lamento que deja el amor 

cuando se busca entre escombros y perdones troceados. 

Sabía de la soledad, 

de la sangre tras la piel rugosa, 

sabías de lo ebrio de la confianza rota, 

sabíamos que aferrarse a optimismos grises 

era pregonar cordura en lo blindado de un olvido 

maltrecho y apartado del exilio del ávido recuerdo.