Esperanza, miedo, desaliento,
y tu ausencia, amor, en mi presencia vana,
tan lejos de mi cuerpo, de mis desvaríos,
y yo, sutilmente, huyendo de tus rincones.
Agazapada en los muros de mis recuerdos,
tejiendo sombras de caricias deshechas,
piel contra piel y mis lágrimas...y su insensatez,
un presente ardiente mordido de crueldad,
y sus ojos furiosos, sus manos vestidas por hilos de odio,
mi malograda inocencia, su huida cobarde.
Los rotos de los espirales de mis dudas,
el rencor con que despeinó mi destino,
moldean, sin quererlo, mi inestable rumbo,
mi abandonado universo de constelaciones fúnebres,
y su malvado olor recorriéndome entera,
prisionera y esclava, sucia y vulgar,
y en una esquina ciega como la amargura de mi libertad,
dejó mi cuerpo tirado...mi corazón deshabitado,
mi alma convertida en polvo...
y los temblores de mi orgullo pisoteados
en lo grotesco e inhumano de su maldito deseo desquiciado.